18h27 —
Esta mañana, una pequeña Dama de inmigración, abuela, que me llega al pecho, teme la distancia de la acera por el autobús en Gambetta, porque alguien está mal estacionado.
La puerta del autobús 26 se abre.
Ella toma el pasamanos.
Yo le digo «yo también tomo el pasamanos».
– ¿PUEDO ayudarle? me dice enseguida.
– (me rio) Usted no TIENE fuerza suficiente, la aplastaría.
Le agradezco sonriendo por su humanidad. Ahora sonríe. Y le deseo un buen día.
Mi esposa no ha dicho NADA pero me HA HECHO lo mismo esta mañana.
Cuando me levanto, ella ya está vestida y me propone ir a llevar el coche al mecánico para cambiar la batería.
Esta operación me estresa lo posible. Si no arranca, es NECESARIO llamar al seguro que arranca el motor o lleva el coche en grúa al mecánico.
Y la cita para la operación es a las 8h. Si hay que recurrir al seguro, el tiempo que tarda en llegar, la cita NO se cumplirá.
Ella lo HACE como si nada, arranca al primer intento y se va. Llega a las 7h55.
Desde el inicio del neolítico, estamos en una sociedad podrida que plantearía más bien la pregunta «¿PUEDO matarte?», «¿PUEDO exterminar a la especie humana?».
Pero son demasiado cobardes, timoratos… para decirlo. Lo hacen en secreto sin nuestro consentimiento para permanecer ETERNAMENTE impunes. Sabiendo que no les queda MUCHO para que se concrete.
VACIAMOS a estos Canallas.
Entre humanos, a 8 mil millones, se ofrece ayuda incluso si parece IMPOSIBLE hacerlo. Pero CADA UNO de los 8 mil millones de humanos está VOLUNTARIAMENTE listo para lo IMPOSIBLE, mover montañas para ayudarse unos a otros. Y entonces, incluso lo IMPOSIBLE, lo logramos.
¡Es increíble la humanidad!
Entonces, la ONU, a través de Macron u otro, sabotea esta sociedad podrida para que sea DISUELTA ANTES del 10 de agosto de 2025.